Andrew Wyeth "el cazador de la ausencia..."
Nos la regala para contemplarla... antes que vivírla.Nos entrega en su obra un tesoro de secretos...
el alma de sus personajes
puede ser contemplada...
el silencio dice mucho
no hace falta razonar..
Con la fuerza de hacer florecer o incluso arrancar lo que guarde nuestros corazones...
buscando quizá en ese "otro" misterioso pero entregado a su instante...un predicado para nuestro presente inmediato...
es como viajar llevado por la mano de ese otro que nos sirve de guía o de espejo...
Si te detienes no podrás elegir detenerte...
querrás ser el prado, la mano que acompaña
el sol que acaricia..
la almohada que guarda lo sueños..
el árbol que acompaña en silencio...
Los ojos que "no vemos" nos contemplan desde la ventana.
Ella y el prado se hacen uno.
Es su soberanía.
Su poder sobre la discapacidad de sus piernas.
Ella quiere llegar a casa... Vencer el instante en que el cuerpo dice "basta".
Detenerse : Significa ¿quedarse allí esperando a que alguien la rescate?
Ella no se detiene...La sentimos en el instante justo previo a reiniciar su travesía....
Sigue incluso cuando el cuerpo dice "basta". La probable poca sensibilidad de sus piernas y brazos ( característica propia de algunos casos del Síndrome de Charcot Marie Tooth..) Son quizá una ventaja en tan "enrevesado" desplazamiento.
No sabemos como es que llegó allí. Podemos imaginar cuando rastreamos un poco la historia de Christina Olson, pero la vemos seguir.... en ese instante capturado, gracias al ojo del artista....
El terreno a cruzar es extenso, pero si miramos en detalle quizá no...
falta poco para llegar a la linea en la que el color del prado cambia....
es el limite de "algo... "
la casa gris al fondo y las otras construcciones parecen confiarse un secreto...
El rosa pálido de su vestido propio de un espíritu joven que se resiste al paso del tiempo. Cristina entonces tenía 55, y aunque ella no fue la modelo, su cuerpo muestra la fragilidad que es superada y por mucho, por el espíritu guerrero de quien es capaz de emprender semejante reto. Así quizá la veía el artista.
Cruzamos esa pradera como lo debe hacer Christina, cada vez que alguien la contempla "en su mundo" -la obra de Andrew Wyeth-.
Habrá quien mire el cuadro y piense... "no llegará."..
Habrá quien se diga lo contrario...
Yo creo que llegará y que luego nos contemplará airosa como contempla desde su ventana en esta otra obra.
Segura firme soberana de Su Mundo..
el Mundo de Christina ... Christina Olson.
El sol la acaricia...llega a entibiar a ese pálido tono de su piel...
quizá nunca estuvo tan lejos...
Pero falta poco para legar a la linea donde la pradera cambia de tono... y que muestra un rastro... quizá el rastro de quien la dejó allí... o el rastro de quien siempre recorre el camino tan fácil.. tan rápido..
"tan insignificante"....que casi ni lo nota....
¿Nos damos cuenta del camino que recorremos... día a día?
¿Nos hemos encontrado con "alguna Christina"?
¿Cuanto valoramos el esfuerzo que hacemos...?
¿Cuanto "nos" valoramos?
¿Cuanto valoramos el esfuerzo que hace "el otro"... cuando hace algo que a nosotros no "nos cuesta"...
Recuerdo contar a Pilar Sordo una anécdota...cuenta que le pidió a un ciego que estaba deprimido, que escribiera una lista de instantes que lo hacían feliz... A la semana el hombre regresa...
y ella se disculpa le decía que pensaba que le había pedido algo "complejo, inapropiado"... pensaba en la dificultad de escribir.. en fin...ella no esperaba nada escrito..
y el señor...
le entrega dos anillados..
y en ellos... una larga lista de "esas cosas simples de la vida"...
como "la frescura de una sabana limpia..."
"el viento sobre el rostro"... "el sol cuando calienta las mejillas..."
el aroma de un café caliente...
Ella no pudo evitar llorar...el no necesitó volver...
Cuantos instantes así, nosotros vivimos a diario pero no disfrutamos...
porque tenemos quizá la mirada perdida en una pre-ocupación...y perdemos las delicias del instante...
detalles simples... que hacen "el momento" y que sumadas, a la larga son nuestra vida...!
Mirar la obra de Andrew Wyeth es un mirar "al otro"
abrir los ojos al instante
pero es también
un mirar hacia nosotros mismos...
¿Vamos a esperar sentir la ausencia de "ese otro" para darle la mano? ....¿para decirle "eso" que se ahoga por falta de aire que le dé voz....?
LiebiMoi
One's art goes as far and as deep as one's love goes.”
Andrew Wyeth
Página oficial de Andrew Wyeth
Detalle de la obra
Un slide show con notas relativas del New York Times aqui
Web sobre la enfermedad de Cristina
Charcot-Marie-Tooth Association
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